J vivió en una sociedad frívola
Que abandonara a caça, o nomadismo errante,
A agricultura em verso
Y se abrió de piernas exultante
Filmando a las primas en Gomorra.
Por eso no tomo en serio a la piruja
De semáforos en verde – pero no supe
Resistir y como un toro empezó a dar embestidas
Fuego en las venas cumbia de negros una estrella
Por las rodillas contorsionadas, jadeantes y sudadas.
Como en sus épocas de lujuria, la actriz
Volvió a mostrar la bombacha
32 bombachas. En una mañana se vendieron casi todas...
Mientras llegaban los policías y
Les sentaron boca arriba.
La vieja estudiante fue tocada
Desde el momento de su captura
"me bofeteaban y me gritaban:
'¿te gusta, perra?, ¡has de tener sida!'".
Los caciques de Humacao salían de revolución
Mexicana lo creo
Precedidos de las moscas. Oyendo los gemidos
50 metros Puerta de los Umbrales
En la oscuridad del cuarto,
En un silencio inmenso, irrumpieran sin miedo –
Los testigos son viejitos de jóvenes malitos. Do you hear me? –
Irrumpieran los gemidos diciendo
"Haré míos esos besos de su boca
En Teotihuakan" – o berço do Quinto Sol
Pero entonces el pánico se adueñó de Lidia, à beira do rio.
Apercebeu-se de que talvez hoje não seja um dia muito feliz para alguns,
Mas que, sem o corpo inteiro, o cérebro não existiria. Curvou-se
"Pero te gustan los caballos?" preguntan los caciques
"Y estaba totalmente obsesionada con los caballos, sus cuadernos eran de caballos, su morral tenía caballos, se pegaba calcomanías y se hacía dibujos de caballos, pero lo peor era que a veces le daba por correr como si estuviera galopando y hacia ruidos extraños con su boca…"
Después de esa noche
De lujuria y desenfreno bramó
"no estoy segura que soy esa niña!",
Pero… Cada um de nós tem a capacidade de mudar o mundo,
Pensaba, "el alcohol me tenia mariada y muy exitada, entonces, me tiro al suelo
Uno de los caciques
Los hombres estaban bebiendo y
Me ofrecieron beber a mí también,
Nos pusimos a bailar hasta (el baile cierra
A las 6 de la mañana y apareces como a las 10 y...
Natika: los hombres se pusieron de acuerdo
¿ como puedes negar nada?) Los caciques
Los policías, el hombre enborrachado
Los hombres se pusieron de acuerdo, Natika
- Me tuvieron bailando en medio de ellos
solamente con la tanga,
Colocarán mi cara contra el vidrio,
Hacían comentarios vulgares en medio de su borrachera
No solo su fuerza física, sino también
El poder mental que tenían sobre mí –
Mi princesa íbera extenuada del esfuerzo
Saliste a la calle, aun estaba
Oscuro, hacía mucho frío
En esa oscuridad, eres bella aún
Pobre chica, ¿qué te parece si le damos una manito? – decían,
Mientras sus ojos estaban fijos - Pero nada
Estaba dicho todavía
Y cuando creía que llegaría a su límite,
Entonces lo pasaba, buscando
Un nuevo horizonte,
Una nueva meta.
Hasta la próxima.
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